Reflexión navideña
Esta reflexión de hoy, que para algunos pueda parecerles ñoña o tonta directamente, no es mía aunque yo la haya recogido de uno de esos chats familiares a los que todos estamos sometidos cotidianamente y lo haga muy orgulloso -por eso la estoy publicando en algo tan serio para mí como este Blog- de que algún familiar próximo la haya colgado recordándome algo tan sabido como poco practicado: el dinero es útil pero el amor es valioso.
¡El dinero es útil pero el amor es valioso! ¿Tú, qué crees?
Probablemente, como nos recuerda más adelante quien la escribiera, toda la vida perseguiremos utilidades pero, llegado el momento final de nuestra vidas, lo último que alcancemos a recordar sea lo más valioso que hayamos vivido. Por cierto, será tarde. No perdamos mucho el tiempo en darle vueltas a las cosas, ni justifiquemos nada, entre otras cosas, porque no tenemos nada que justificar; cada cual persigue los objetivos que quiere y no debe de dar explicaciones a nadie de nada, pero estos días que tendremos algún tiempo para descansar, ni que sea obligados por las fiestas que nos marca el calendario, tratemos de hacer cosas valiosas, de esas que quedan en nuestra retina para siempre. No nos costará dinero, ni tan sólo esfuerzo, sólo actitud y voluntad, aunque luego se nos acabe quedando la cara con una ‘tontísima’ sonrisa de satisfacción. De vez en cuando es buena cosa dejarla aflorar.
Vamos ahora con el texto sobre el que les estoy escribiendo
¿Útil o Valioso?
«Quizás una de las cosas que más necesitamos es aprender a distinguir lo útil de lo valioso. Un sacacorchos es útil. Un abrazo es valioso. Una puerta es útil. Ver un atardecer es valioso. Un mechero es útil. Una amistad es algo valioso.
Casi siempre, lo útil es más caro que lo valioso. De hecho, lo valioso rara vez cuesta dinero. Y esto ocurre porque el dinero es útil, pero no es valioso. Lo valioso genera mucha más felicidad a largo plazo que lo útil. Y sin embargo, a menudo, valoramos más lo útil que lo valioso.
Los mejores momentos de la vida no cuestan dinero. Ver nacer a un hijo, el primer beso, sentir que vuelas de la mano de alguien… Los momentos que se nos pasan por la cabeza justo antes de abandonar este mundo no costaron dinero. Esos momentos son lo más valioso que tenemos.
Cuando te asalte una preocupación, párate a pensar si lo que buscas es útil o valioso. Aprende a distinguir, y te darás cuenta de que vivir bien no es tan caro como te habían contado.»
Haz tu propia relación de cosas útiles y cosas valiosas que has decidido hacer durante este año 2020 y saca tus propias conclusiones
Feliz Navidad!