¿Son tan diferentes los trabajadores en USA de los europeos?


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En Estados Unidos que lo analizan todo al dedillo, han “descubierto” quiénes son sus empleados de hoy. He aquí los cinco descubrimientos que abanderan a los trabajadores estadounidenses, a ver si les suenan:

La mayoría de los empleados de los Estados Unidos están todos concentrados en unas pocas industrias importantes. El gobierno, la industria manufacturera, servicios, salud y comercio al por menor.  Juntos acaparan alrededor del 60 por ciento de la fuerza laboral.

¿Sabía usted que el estadounidense promedio tiene que ir a trabajar entre las 7 y 7:29 cada mañana, y que el desplazamiento promedio le sale a 25,8 minutos? En los alrededores de Washington, DC, y Nueva York, donde el tráfico es pesado, esos números son más elevados.

A menudo, aquí, decimos que se trabajan semanas de 40 horas en Estados Unidos, pero eso no es exactamente cierto. La persona promedia en realidad, con un trabajo a tiempo completo, 47 horas, y el 39 por ciento de las personas dicen que trabajan 50 o más.

En cuanto a los ingresos, todavía hay una gran diferencia en lo que respecta al género. El hombre medio, con un trabajo a tiempo completo, promedia unos ingresos de $USA 50.033 por año, mientras que la mujer promedia sólo $USA 39.157

Por último, es importante saber que no todos los empleados están igual de motivados. De hecho, sólo el 32 por ciento de las personas dicen que les encanta su trabajo y el 50 por ciento declaran que han dejado sus puestos a causa de los dirigentes. Mantener la felicidad y que la fuerza laboral sea productiva se ha convertido en una prioridad.

¿Les suena esta canción?

8 comentarios en “¿Son tan diferentes los trabajadores en USA de los europeos?

  1. No somos tan distintos, por lo que veo ellos también se desmotivan igual que los españoles, pero con una diferencia el sueldo medio del español no es de 50.000 dolares ni nada parecido; osea somos mejores que los americanos.

  2. Hola, en México los salarios son todavía menores, muchas veces, las horas de traslado don mayores, (sobre todo en la Ciudad de México) y sin embargo, la falta de motivación no es mayor… ¿Será que el salario no determina la actitud ante el trabajo?

    1. Cierto es que el salario no determina nunca la actitud, en tanto esta es algo personal del individuo y se sujeta a su propia expresión. No tanto así con la motivación por hacer las cosas. Eso queda muy reflejado en el mundo del deporte. No es lo que cobren, es lo que les guste hacer, lo que amen… La actitud de una persona entregada, comprometida y profesional será la misma haya paga o no, mucha o poca, estoy cansado de verlo en compañías en proceso de cierre (procedimiento concursal) en la que sus colaboradores se agarran a sus puestos de trabajos como si fueran a dejar parte de su vida allí.

      En cambio, en empresas con todas las comodidades, algunos -a veces muchos- colaboradores miran de qué manera pueden hacer pasar más pronto las horas. El dinero, la compensación, es muy importante ciertamente pero para nada estimulante de la actitud.

  3. Todo esto esta muy bien siempre y cuando el salario sea justo, cuando esta por debajo de lo justo y el dinero no llega para cubrir los gastos mínimos, la actitud puede cambiar. Los directivos necesitan de bienestar y los empleados también.

    1. Salario Justo y Salario que cubra los gastos mínimos, son dos conceptos que no tienen porque ir de la mano, necesariamente pero, como creo entender la esencia de tu comentario, te daré la razón, obviamente, en la necesidad de que las compensaciones tienen que ser ajustadas al esfuerzo que se realiza. La cuestión, también un poco, es cómo se realiza ese esfuerzo que sí está relacionado, muy directamente, con la actitud que comentaba Raul Soto.

      Hay un ejemplo muy sencillo que yo expongo en mis sesiones: Si tienes dos colaboradores y uno de ellos -le llamaremos Alberto- tiene la capacidad de generar 100 unidades de trabajo (medida hipotética) y otra -esta será Lucía- tiene la capacidad de generar 80 y, en ambos casos, ambos trabajan al límite de sus posibilidades ¿de quién de los dos prescindirías, en el caso de que perdieras un cliente y tuvieras que ajustar tus recursos? La respuesta es obvia por simple.

      Ahora bien, en el mismo supuesto, si tuviéramos en cuenta el valor actitud y Alberto produjera sólo 90 y Lucía siguiera produciendo 80 ¿de cuál de los dos prescindirías ahora?

      Cuidado con la respuesta precipitada. No hay una única solución, seguramente. Es una disyuntiva que se nos presenta de continuo y que en pocas ocasiones paramos a reparar, de ahí que, en un estudio elaborado por la consultora Otto Walter de Madrid, a la pregunta del encuestador, el 41’3% de los entrevistados respondiera que sus directivos no han recortado las plantillas de manera inteligente, buscando dejar a los mejores en vez de utilizar criterios económicos.

      Repito, el salario motiva a la persona para trabajar o para no hacerlo, pero no camina de la mano de la Actitud en cómo se desarrolla ese trabajo cuando se está trabajando. Por eso decimos que, en la mayoría de las ocasiones, los jugadores en el campo lo dan todo practicando su deporte favorito y olvidándose bastante, por no decir del todo, de si están al día o no de los pagos.

      Un último ejemplo, Raul. Cuando era el Administrador del Barcelona City Hall, la gerencia dejó de pagar salarios dos meses por falta de liquidez, algo con lo que yo estaba en completo desacuerdo, para mí lo primero siempre ha sido el pago del personal. Mi ofuscación me llevó a hablar con los empleados, camareros, cocineros y artistas. Les propuse suspender el trabajo en tanto no se dieran las circunstancias y se pusieran al corriente los salarios. Vamos, que no me parecía justo que ensayaran, actuaran, cocinaran, sirvieran y no cobraran al final del mes. La respuesta me dejó boquiabierto, tomó la palabra uno de ellos y me dijo: «Usted no entiende del sector del espectáculo. Nosotros hacemos esto porque es nuestra vida, nuestra pasión y nos debemos al público, por eso seguiremos trabajando cada día hasta que nos paguen».

      Creo que su profesionalidad y su actitud profesional estaba fuera de toda duda. También sé que no siempre es así, lógicamente. No olvidemos que, lo que hacemos aquí, es debatir reflexiones genéricas y de laboratorio 🙂

      Fuerte abrazo y muchas gracias por tus comentarios.

      1. Pascual todos tenemos nuestra parte de razón pero, si hablamos de actitud tenemos que hablar de actitud para todos, empleados, jefes, directivos, empresarios, accionistas.

        Los gobiernos cada vez dan más facilidades a las grandes empresas en reducciones de impuestos si emplean a trabajadores, pero ésto no sale reflejado en los empleados de manera que sólo se enriquecen los gerentes y el empleado siempre esta bajo mínimos. Digo esto porque bajo mi punto de vista algunas veces los empresarios podrían dar salarios más dignos y se aprovechan de la situación actual para no hacerlo. Luego cuál es la actitud del empresario!!!!!.

    2. Yo creo, Raul, que puede haber esa apreciación pero, la verdad es que sí se están beneficiando los trabajadores. Estoy convencido que sin ellas -las bonificaciones gubernamentales- habría menos contratación. Pero estoy de acuerdo contigo que algunos salarios, específicamente el de las mujeres, están siendo muy mal considerados. También hay que tener en en cuenta que, los gobiernos y los organismos europeos, están cosiendo cada vez más a las empresas con normativas y restricciones que les complican mucho la rentabilidad y en la Vieja Europa, se compite contra las falta de escrúpulos y normativas de países orientales, africanos y algunos latinos. Todo eso penaliza mucho.

      Lo cierto es que, si entre todos: Gobierno, empresarios y trabajadores (los sindicatos para mi no cuentan) no hacemos algo importante y cambiamos el chip, mucha gente va a pasar hambre y no serán los empresarios que ya, de nacimiento muchos de ellos, tienen la vida muy resuelta. No carguemos las culpas siempre sobre los mismos y nos las saquemos de encima. Los tres grupos que he mencionado son igualmente culpables y tratar de excusarlos no va a ayudar a salir de la crisis.

      Pero, bueno, nos pondríamos de acuerdo, con matices, en mucho de lo que dices.

      Fuerte abrazo

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