50 Pasos hacia la Excelencia. Paso 22


Paso 22

El rótulo

Hemos acabado de configurar el espacio, tenemos pensada y desarrollada toda la imagen corporativa, centrado el ente discursivo institucional y hemos elaborado un trabajo adecuado a través del naming. Las estanterías ya dan cabida a los productos, el mobiliario se adecua a la funcionalidad de la que queremos dotar nuestro negocio sea una peluquería, un servicio de plancha y lavado, un taller mecánico como uno de carpintería; el almacén ya tiene definidos sus espacios y sus calles por las que se deslizarán los ‘toros’ y las carretillas; en la fábrica, las máquinas esperan a los operarios y ya disponemos de toda la materia prima para empezar a fabricar, a producir. Nos quedan detalles, flecos, tonterías para el día de la apertura, de la inauguración.

¿Dónde carajo está el rótulo?

El responsable del departamento tiembla; si el cliente es muy importante (factura mucho o las expectativas son altas), el proveedor también tiembla; el gerente sólo espera que nada falle y… pobre de ellos si algo falla. Pero usted, amigo emprendedor o propietario de una Pyme, usted sólo puede echarse las culpas a usted mismo, lo peor que te pueda llegar a pasar

¿Se le pasó? ¿se le olvidó? ¿no lo coordinó con el rotulista? Mala suerte, va a tener que improvisar.

¿Y el rótulo?

Y el rótulo va tomando fuerza e imagen escapista, no aparece, no está, nadie sabe, nadie recuerda… Pero, al fin, llega el ‘ente’ más deseado en esa media hora antes de abrir. La de veces que hemos inaugurado sin el rótulo, de hecho, mi proyecto actual (La Quadra de Sabadell) carece del rótulo dichoso, en este caso por cuestiones técnicas y de permisos (cualquier escusa es buena). Buenafuente, uno de los más exitosos presentadores televisivos de la década pasada y de la actualidad en España, dirigía un programa de entrevistas y show televisivo bajo el nombre SENSE TITUL (Sin Título) y tuvo una gran éxito de share en la pequeña pantalla. Hay bares y restaurantes en Catalunya que se identifican como SENSE NOM (Sin Nombre); hay una calle SIN NOMBRE en Pizarra (Málaga) y hasta una laguna SIN NOMBRE en el Valle del Río Ibáñez en Chile, pero todos tienen su rótulo.

Pongámonos a imaginar… que usted no tiene nombre ni apellidos ni, tampoco, cédula identificativa ni pasaporte ¿Cómo le podríamos identificar? ¿nos resultaría fácil recordar quién es, más allá de una retahíla de detalles físicos que pudieran permitir su identificación? Pues bien, el rótulo de un negocio/fábrica/establecimiento/almacén es el elemento que va a permitir que nos identifiquen y localicen. Si no te veo, es que no existes ¿Lo entiende?

No se quieran ni imaginar cómo era viajar por Ciudad de Panamá, antes de 2019, sin que las tiendas estuvieran rotuladas, donde las calles carecían de numeración y hasta de nombre, y te guiabas exclusivamente a través de referencias a los rótulos de los comercios. Por suerte, ellos si estaban rotulados.

¿Es lo mismo una cosa que la otra? Cambio de nombre, cambio de imagen corporativa y cambio de rotulación exterior. Si usted quisiera una decoración de calidad para su casa ¿Cuál de las dos tiendas elegiría?

Los emprendedores tienen tendencia a ahorrar en esa partida que consideran desproporcionadamente costosa en comparación con todo lo demás. Yo les diría, páguense un ‘subidón’ de adrenalina y, por una vez en la vida, sean ostentosos dentro de los límites de la lógica.

¡Que se vea! ¡Que destaque! ¡Que lo sepa todo el mundo!

Que ahí, ahí precisamente, está usted, con su empresa, su negocio, su servicio y su producto, esperando que los clientes lleguen a usted. Se sorprenderían de la cantidad de personas que se cansan de pasar por delante de su establecimiento, hasta cuatro veces a día, y no tienen ni idea de que usted existe. En la mayor parte de los polígonos industriales, donde sí que se acostumbran a disponer buenos rótulos, las empresas desconocen que distribuyen los demás. Seguramente, si lo supieran, unos y otros estarían cruzando sus productos siendo, a la vez, proveedor y comprador. La imagen, la puñetera imagen que no sabemos explotar. ¡Rótulo grande, ande o no ande, rótulo grande!  Yo sé que la frase no es esta, pero es oportuna la adaptación.

Sea humilde en su fondo, en sus formas, en su trato y en sus ademanes, pero para vender hay que vestirse con las mejores galas, que el público confíe en usted. Y ¿en quién confiaré yo antes para dejar mi vehículo en reparación, si no conozco a ninguno en la zona? ¿en un taller con una buena imagen, limpio, ordenado, bien dispuesto y con una rotulación impactante o en aquel con desconches en las paredes, poca luz, suciedad por todas partes, desorden evidente y rotulado como para pasar desapercibido? Les garantizo que, con dinero en el bolsillo, no lo voy a dudar ni un minuto y a igualdad de precio y condiciones, tampoco.

Un rótulo impactante lo es casi todo…

Esta nave industrial para logística estaba en medio de una carretera nacional que unía diversos polos industriales de la zona del Baix Llobregat, una de las más concurridas de Catalunya y… ¿adivinan? ¡NO TENÍA ROTULO! Se desarrolló desde la nueva imagen hasta el diseño de los camiones y, por supuesto, de la arquigrafía (rotulación completa del espacio, interior y exterior)

¡Rótulo grande, ande o no ande, siempre rótulo grande!