¿Tiene miedo?¿A qué?¿A descubrir que, tal vez, y digo sólo tal vez, tengan razón?
No nos debería dar miedo que nos criticaran, que nos dijeran lo que no les gusta, que nos dieran otra visión diferente a la nuestra. Ellos, nuestros colaboradores, no están ahí ni para reírnos los chistes malos en la máquina del café, aceptar todo lo que digamos como si se trataran de verdades absolutas, adularnos, ser respetuosos -que también deberían serlo, siempre, y recíprocamente- o prepararnos el café (como si no tuviéramos dos manos para hacérnoslo). Deles la oportunidad de criticar abiertamente, sea capaz de soportar lo que no le gusta oír y extraiga el máximo beneficio de su sinceridad, más de una y de muchas veces tienen toda la razón
Lo siento, la frase no es mía (siento que no sea mía, de veras) pero la suscribo a riesgo de perderle a usted como lector.