¿Quieres saber que tipo de Líder eres?


Sólo tienes que mirar a quién contratas

Las personas de las que se rodea un Líder hablan mucho sobre él.

¿Qué te interesa más? La Aptitud de tu nuevo colaborador, La Disposición horaria que está dispuesto a poner al servicio de la organización, que sea Políticamente Correcto, sus Modales, su lenguaje Respetuoso, su inteligencia para Evitar los Conflictos, su Imagen Personal, que supere todas las pruebas psicológicas a las que se le vaya a someter, su currículo universitario, su hoja de vida profesional… o te interesan, por ventura, tal vez más su Actitud, su Rebeldía, su Aplomo a la hora de tomar decisiones, su Radicalidad, que sea Correcto aunque no necesariamente Políticamente Correcto, que tal vez no sea tan dispuesto pero que Aproveche el tiempo que nos dedica, que esté más Orientado a la Consecución de los Objetivos marcados que dispuesto a tediosas reuniones o a desayunar con sus jefes.

No es fácil, no, encontrar un mix aceptable y me he dejado decenas de apuntes que podría haber incluido a ambos lados de la relación anterior. Yo, por mi experiencia, los prefiero más próximos a los segundos que a los primeros: que discutan las decisiones, que aporten nuevos puntos de vista, que los argumenten, que se note su trabajo de elaboración previa de sus argumentos, que cuando tomen una decisión se lancen a convertirla en resultados, que no me pidan permiso para entrar en el despacho, que no tengan miedo a perder su statu quo, capaces de enviarme una y mil veces a hacer puñetas hasta que haya entendido lo que me quieren decir o hasta que yo les pueda convencer de su error, que estiren los límites hasta el… límite, que se arriesguen, que se la jueguen, que se equivoquen y, sobre todo, que una vez dado cuenta de su error extraigan conclusiones para no volver a cometerlo; nada es más importante.

No quiero aduladores ni perdedores llenos de justificaciones

No quiero aduladores ni perdedores llenos de justificaciones, perseguimos resultados que nos llenen de orgullo y satisfacción y si para eso, como decía Colin Powell, hemos de dar algunos azotes, habrá que darlos (aunque sea metafóricamente). A los segundos, no habrá que hacerlo porque ellos mismos se fustigan (también metafóricamente, claro está). Y si hemos de recibirlos porque nos hemos acomodado demasiado, bienvenidos sean. Eso sí, cuando hayamos alcanzado la gloria (los resultados), queremos recompensas, muchas recompensas. Si la empresa gana, los colaboradores también han de ganar.

Ahora vayan y me denuncian en Magistratura. Es lo que hacen aquellos que se quejan de que en España se ha judicializado la política, judicializar el trabajo. El recurso de los perdedores, de los pusilánimes, de los mediocres… por ellos quiebran las organizaciones, la administración y hasta los países.

QUE NADIE HUNDA TU NEGOCIO, NI TÚ MISMO

Y si os llego a parecer muy duro, salir ahí fuera y comprobarlo por vosotros mismos. El Mercado os destrozará sino ponéis remedio antes de que lo haga… es inflexible, demoledor e incompasible.

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