En BBVA, tratan de acompañar al emprendedor como al empresario en su nueva ‘aventura’ empresarial y créanme si les digo que eso va a resultar una verdadera aventura, como he querido resaltar en el entrecomillado anterior, y no las del Indiana Jones ese.
Supongo que ellos, como el resto de entidades financieras del país dentro de sus estrategias por recuperar cuota de mercado tras la debacle a la que nos condujeron con sus excesos, tratan de facilitar el trabajo a sus futuros/actuales clientes a la par que posicionar su imagen amigable como ‘compañeros de viaje’. Nada que objetar a todo aquello que sirva para sumar y si conviene, como es el caso ahora, difundir sus esfuerzos (http://www.bbvacontuempresa.es/), pero sin regalarles nada y fiscalizando hasta la última coma de cuanto nos vayan a decir.
En el artículo que he tomado prestado de ellos y que iré acotando y comentando (en granatosa), nos exponen un buen recetario para comenzar a plantearse la inversión necesaria para el arranque de cualquier negocio, vamos con ello.
“Todo proyecto empresarial necesita un plan de negocio y una de las partes más importantes de este tiene que ver con el capital inicial que necesitas. Tener muy claro desde el principio cuánto dinero requieres para ponerte a funcionar te ayudará de muchas maneras.
Has tenido esa idea estupenda que se va a convertir en un maravilloso negocio. Tras la emoción inicial, toca ‘bajar a tierra’ el proyecto y comenzar a ponerle números a todas esas cosas que quieres hacer, es decir, calcular el capital inicial que necesitas para montar tu empresa. ¿Por qué?
En primer lugar, porque cuanto antes sepas –de la manera más aproximada posible- cuánto dinero necesitas, mejor podrás decidir qué financiación necesitas o te conviene. No es lo mismo emprender una búsqueda 5.000 euros que una de 20.000, ¿verdad? Además, en el momento en que conozcas el coste de tu idea, podrás comenzar a calcular si es o no rentable y cuándo podrás hablar del retorno de la inversión o de beneficios contantes y sonantes.
Así que, con estos objetivos en mente, vamos a enumerar los principales gastos que tienes que tener en cuenta a la hora de emprender un negocio.
Hasta aquí todo muy bien y muy cierto pero ¡Ojo! El papel lo soporta todo, absolutamente todo, y un plan de negocio no sirve para nada sino es real tirando a pesimista, y bastante. De los japoneses aprendí a rebajar cualquier expectativa de ventas hasta que me diera pérdidas sobre el papel, para luego revisar los gastos, reducir sus expectativas y equilibrar el presupuesto. Algo que me resultó muy útil y así lo explico para beneficio de todos los que comienzan.
Gastos administrativos
Estos gastos pueden variar bastante dependiendo del tipo de sociedad que vayas a constituir. Por ejemplo, una Sociedad Limitada requiere un capital mínimo de 3.000 euros mientras que una Sociedad Anónima requiere 60.000 euros – aunque aquí existen muchos matices, porque no todo el dinero tiene por qué estar depositado en el banco-. De cualquier forma, este gasto también puede ser considerado una inversión, ya que el dinero puede ser utilizado para sufragar adquisición de muebles, equipos informáticos, etcétera.
Además, a la hora de crear una empresa hay que sortear toda una serie de trámites burocráticos y algunos de ellos pueden llegar a ser bastante costosos, como las tasas notariales, los impuestos y tasas locales o autonómicas… Asegúrate de tener muy claros cuáles son estos trámites antes de plantearte el siguiente paso.
Aquí hay muchas opciones, desde la constitución de sociedades cooperativas, cada vez más en auge y muy interesantes para muchos supuestos con ventajas importantes posteriormente, hasta la compra directamente de una nueva sociedad ya constituida, como si se tratara de un producto llaves en mano con todas las garantías (En España, www.ventadesociedades.info , www.ventasociedadesurgentes.com, www.sbmsociedades.com, entre otras ) Consulta con tu gestor o con tu abogado antes de decidir y, sobre todo, de gastar innecesariamente. Pensar que una sociedad limitada la tienes disponible y registrada en menos de 24 horas por muy poca diferencia de precio, eso sí, el nombre de la sociedad tal vez no sea el que más te vaya a gustar pero luego lo puedes resolver con la marca que utilices e, incluso, cambiarlo más adelante.
Gastos propios del desarrollo de la idea
Como a la hora de emprender no se trata de lanzarnos a una piscina, sino de conocer en cada momento en qué punto estamos, antes de iniciar nuestro negocio existen una serie de tareas que necesitamos sacara adelante. Y esas tareas suelen acarrear costes.
Por ejemplo, es imprescindible elaborar un estudio de mercado durante las primeras fases de nuestro proyecto empresarial. ¿Existe demanda de nuestro producto o servicio? ¿Qué público objetivo tengo? ¿A cuánto tendría que cobrar mis servicios para ser competitivo y rentable? Todas estas y muchas más preguntas son las que persigues responder con un estudio de mercado; ya lo hagas tú o lo encargues a una empresa especializada, esta investigación lleva tiempo y dinero.
Obviamente, lo tienes que hacer tu o eso es lo que yo vengo aconsejando siempre a todos los emprendedores, otra cosa sea ya con negocios en funcionamiento en el que, el día a día, no te da muchas opciones. En este caso, no tendrás coste y sí mucho aprendizaje de primera mano, imprescindible para la hora de la puesta en marcha
Por otro lado, hay un cálculo que muchos emprendedores suelen obviar y que, sin embargo, puede ser decisivo a la hora de saber si el proyecto es o no viable: ¿cuánto dinero necesitas para vivir durante los primeros meses o años, antes de que tu idea arranque y comiencen a entrar los fondos? Haz el cálculo y añádelo a tus gastos.
Gastos de la puesta en marcha del negocio
Lo que se denomina el capital de inversión es el dinero que necesitas para, una vez que tienes claro el proyecto, hacerlo realidad. Aquí entran en juego multitud de factores que podemos dividir en fijos y variables, por ejemplo:
- Alquiler o compra del local.
- Creación de inventario.
- Equipamiento como mobiliario, equipos informáticos…
- Servicios como la luz, el agua, el gas…
Es muy difícil acotar este tipo de gastos, ya que dependen enormemente del negocio que se vaya a crear. No obstante, formarán el grueso del capital que necesitas para hacer tu idea realidad.
En este capítulo también podemos incluir el presupuesto del cash flow o flujo de caja.
Gastos de personal
Si necesitamos crear un equipo de trabajo para poner en marcha nuestro negocio, también tendremos que calcular el coste de incorporarlos a nuestra empresa, así como el de mantenerlos durante el tiempo que estén contratados.
Precisamente por este motivo, es importante que todos estos cálculos que hemos mencionado tengan como marco temporal, como mínimo, un año. Eso te ayudará a ver tus cuentas con perspectiva y a desarrollar un proyecto empresarial mucho más acorde con la realidad.»
Hay una cosa que, como casi todos los que conozco olvidan u obvian comentar y que, por lo menos a mi criterio, es básico establecer: ¿Cuántos clientes necesitas y que gasto/compra medio/a deben de realizar en tu negocio, sea diaria, semanal o mensualmente, para poder pagar todos los gastos y recuperar la inversión?
Es decir, si decides montar un bar y tienes unos gastos mensuales que sólo puedes sufragar a partir de cincuenta clientes diarios a un promedio de cinco euros por cada uno de ellos de promedio, ves con cuidado si visitando otros bares/cafeterías de la zona compruebas que el flujo de clientes no supera los treinta y sólo dejan el importe de una cerveza o de un café sobre la mesa/mostrador. No cuentes con que vayas a comerte una parte tan importante del pastel dejando a tu competencia sin postre. Eso no funciona así.
Y una última que va en contra de las políticas de muchas entidades financieras:
Si necesitas una financiación de veinticinco mil euros y el banco sólo te ofrece quince mil, procura no aceptarla. Sigue buscando a otro que confíe en ti y te ofrezca el total que le solicitas. Si hiciste bien los números, necesitas esa cantidad y no menos por lo que, con total seguridad, en algún momento tu flujo de caja te va a dar un disgusto y tendrás que correr, no vale la pena arriesgarse en tanto no se tienen todas las opciones cubiertas o, por lo menos, más de un Plan B ya previsto.
Te dejo, si te interesa, la opción de que nos escribas y te remitiremos una Hoja de Cálculo bastante completa con la que podrás elaborar, a nivel de números, un sencillo
Plan de Negocio
(apascual@apascual.net, Asunto: Plan de Negocio)