10 Razones para mirar al futuro con optimismo


Progreso, de Johan Norberg

Las malas noticias son omnipresentes en las televisiones, los periódicos y las conversaciones. Sea por razones económicas, políticas o debido a catástrofes naturales, parece que nuestro mundo va cada vez peor. Sin embargo, eso no es cierto. El progreso que la humanidad ha experimentado en las últimas décadas ha sido asombroso y no tiene precedentes. Y así lo demuestra el detallado examen que Johan Norberg hace en este libro de las cifras oficiales de organizaciones internacionales como Naciones Unidas, el Banco Mundial o la Organización Mundial de la Salud.

Nuestra percepción puede decirnos que todo va mal, pero los datos indican que el mundo mejora y que lo hace, en muchas ocasiones, para aquellos que se encuentran en un peor punto de partida: en casi todos los rincones del mundo la gente vive más años, con mayor prosperidad, más seguridad y mejor salud.

Por supuesto, ni todos los problemas han sido resueltos ni todas las partes del mundo pueden compartir este optimismo. Pero en la mayoría de los casos sabemos, al menos, qué herramientas pueden ayudarnos; muchas veces, una tecnología tan simple como la que permite el acceso al agua potable y sistemas de fontanería domésticos puede marcar una enorme diferencia. La educación y la nutrición son también claves y constituyen indicadores que mejoran. Nada debería hacernos pensar, en consecuencia, que el mundo del futuro va a ser peor que el actual. De hecho, y como nos recuerda Norberg en las páginas de este libro, vivimos en la mejor época de la humanidad

https://www.youtube.com/watch?v=jFvKPS1m5AI

Progreso. 10 campos en los que ha mejorado la humanidad

Un libro importante: ‘Progreso. 10 razones para mirar el futuro con optimismo’, de Johan Norberg, con prólogo de Juan Ramón Rallo. Johan Norberg es un ensayista económico sueco, conferenciante internacional, autor de 15 libros y defensor del capitalismo social. Su obra anterior, ‘Fiasco’ (2015), explicaba cómo la obsesión de los estadounidenses por la propiedad inmobiliaria y el dinero fácil había provocado la crisis de 2008.

La tesis de Norberg es “vivimos en el mejor momento de la historia y hay un cierto consenso de los contrario, de que el mundo va exageradamente a peor”. Entre los pesimistas, el general Dempsey de los EE UU (“El mundo nunca ha sido tan peligroso como ahora”), Naomi Klein o John Gray (“del homo sapiens al homo rapiens”). El PIB global per cápita se mantuvo estable hasta 1800 y luego se ha disparado (hasta los 8.000 $ anuales). Johan Norberg centra su atención en diez campos:

1. Alimentación. La tasa de desnutrición ha pasado del 50% en 1945 al 10% actual. El grado de seguridad alimentaria es mucho mayor. La profecía de Malthus (1779) afortunadamente no se ha cumplido. Sin Fritz Haber y Carl Bosch (BASF) con sus fertilizante, el 40% de la humanidad no existiría (Vaclav Smil, ‘Enriqueciendo la tierra’). A mediados del XIX, el consumo de calorías en Europa era de 2.000-2.500, en 1950, 3.000 calorías. En la primera década del XX fallecieron más de 3 M de niños al año por desnutrición. Hoy se ha reducido un 60%. En los últimos 50 años, el número medio de hijos por mujer ha descendido de 6’1 a 2’6. China, India, incluso África han mejorado considerablemente.

2. Saneamiento. De 1980 a 2014, los servicios sanitarios de calidad han pasado del 20 al 60% y las fuentes de agua potable, del 50 al 90%. Hasta los tiempos modernos, bañarse era infrecuente (en la España medieval, una “costumbre musulmana”). Desde 1990, 2.650 M de personas han accedido a suministros de agua limpios y seguros. En el África subsahariana se ha mejorado en 20 puntos el acceso a agua potable en los últimos 25 años.

3. Esperanza de vida. En 1770, era de 30 años. Ahora alcanza los 70 (en España y Japón, los 80). El epidemiólogo Abdel Omran distingue entre la era de las pestes y las hambrunas (esperanza de 20-40 años), del retroceso de las pandemias (30-50) y de las enfermedades degenerativas (50+). En los últimos 20 años, el número de mujeres que muere en el parto ha pasado de 435 a 242/100.000. La mortalidad infantil ha descendido un 70% en países en vías de desarrollo.

4. Pobreza. La tasa de pobreza (menos de un dólar al día) ha caído del 85% (1815) al 10%. El crecimiento económico es el mejor arma contra la pobreza. Nunca antes ha disminuido tanto.

5. ViolenciaLa tasa de homicidios en Europa era del 40% en 1400 y es cercana a 0 en la actualidad. A lo largo del XIX, casi toda Europa abolió la pena de muerte (en EE UU es del 0’1 por cada 100.000 personas). Los enfrentamientos bélicos entre democracias son casi imposibles.

6. Medio ambiente. La polución en el Reino Unido ha pasado de casi el 100% en 1970 a menos del 40% hoy. El Club de Roma alentaba en el 70 sobre la contaminación; su profecía no se ha cumplido. La tasa de cáncer está bajando en casi todos los grupos de edad. Las emisiones de CO2 han disminuido desde 2000 en Europa. Pronto podremos extraer dióxido de carbono del aire y realizar fotosíntesis artificial.

7. AlfabetizaciónLa tasa de analfabetismo ha pasado del 90% (1820) al 40% (1950) y el 10% actual.

8. LibertadEn 1800, el 60% de los países fomentaban la esclavitud; hoy es prácticamente 0. Autoritarismo: cuando la renta per cápita no llega a 1.500 €, el riesgo de caer en el autoritarismo es alto. En 1984, 23% de países libres; en 2014, 32%. El porcentaje de naciones sin libertad de expresión, del 57 al 32%. Hoy el 40% vive en países libres y el 23% en parcialmente libres.

9. Igualdad. Se persigue mucho menos a las minorías étnicas. Hay un “efecto Flynn moral” (Steven Pinker): menores prejuicios. El nivel de pobreza de los afroamericanos ha bajado del 75 al 40% en dos décadas. Mejora en los derechos de las mujeres: casi en el 100% de los países tienen derecho al voto. Y progreso en los derechos de los homosexuales.

10. La próxima generaciónEl trabajo infantil ha pasado del 28% (1950) al 10% actual. Aun así, el 71% de los británicos piensan que vamos a peor y sólo el 5% a mejor.

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¿Es suficiente conformarnos con esto, tal cual? Es obvio que no, el inconformismo ha de ser una de las banderas de nuestras nuevas generaciones, debemos luchar por mejorar cualquier estadística persiguiendo la Excelencia pero ya va siendo hora de que comencemos a dimensionar adecuadamente las cosas: no estamos peor que nunca ni cualquier tiempo anterior fue mejor, ni en broma. Los datos no engañan y las estadísticas son las que son, con lecturas interesadas o sin ellas.

No es lógico que estemos demonizando la inmigración, basándonos en estadísticas manipuladas mal intencionadamente, siguiendo intereses espurios de nacionalismos excluyentes y xenófobos. Tratemos de ver lo positivo de las cosas, sin inmigración no hay desarrollo. Limitarla no es sólo ya una cuestión de valores morales y/o cristianos, es una cuestión de superviviencia para nuestras futuras generaciones. Utilizarla como arma arrojadiza para la obtención de un puñado de votos se llama: estrechez de miras.