Derribando paradigmas bloqueantes


“Mi padre es de una pequeña ciudad llamada Niigata, en Japón, muy conocida por su producción de arroz. Y yo hablo español porque mi mamá es del Tolima. Entonces, tengo arroz por los dos lados, nací predestinado a comer arroz. Tuve el honor de nacer en Colombia, viajé a los 10 años a Japón y estuve hasta los 24 y estando allá descubrí cosas grandes de Colombia…”

Les quiero presentar a un japonés nacido en Colombia. No conocí de su existencia hasta ayer mismo, por la mañana. Se llama  Yokoi Kenji Díaz, aunque es más conocido en su barrio bogotano como “el chino de Ciudad Bolivar”.

Habla de su amada Colombia, porque nació allí, pero al escucharle relatar cualquiera de sus historias, ésta en concreto, te transporta a la realidad catalana, gallega, andaluza, española en general; a la boliviana, venezolana, ecuatoriana, panameña, mexicana, argentina, chilena o paraguaya…. y así. Nos muestra el camino de muchas maneras.

Tres ideas básicas surgen del vídeo.

La disciplina vs el talento

Yokoi Kenji nos atrapa la atención con un tema de vital interés, la disciplina –que cotiza muy bajo en bolsa- y el talento –que pocos consideran-. Cualquier país latino, se ve afectado en igual modo que expone él en este primer video, una auténtica lección.

La humildad vs el éxito

En el único lugar que el éxito va delante del trabajo, es en el diccionario. Kenji nos habla, en primer lugar, de la humildad japonesa y rompe con el paradigma de la violencia colombiana. La violencia que el nos explica, escenificada en el transporte público Transmilenium, no es exclusiva de Colombia, también sucede en los autobuses y metros de Barcelona y Madrid, por ejemplo.

Después nos da una lección práctica de porqué funcionan las empresas japonesas y yo les añadiría, también las alemanas y nórdicas. Escuchen bien esa receta, no tiene precio y tal vez les ayude.

La gente

Finalmente, explica la diferencia entre Japón y Colombia pero, saben, a mí se me ocurre pensar dos cosas:

Primera:

Sobre la riqueza de Colombia, que vengo defendiendo hace tres años y nadie me la compra en España. Riqueza real. Das una patada a una piedra y te sale petróleo, esmeraldas, oro, plata, arroz, frutas tropicales, café, madera, minerales, ganado, universidades…

Los clientes prospecto que visito en España, con la intención de convencerles de que se arriesguen a dar el salto a Colombia, me dicen: “Colombia? No, allá hay la guerrilla, los narco… no, mucho riesgo, muchos problemas”. Ese mismo español está tirando, no invirtiendo, tirando, millones de dólares en Brasil, Argentina, Chile…

Colombia es rica, uno de los países más ricos del mundo. Japón no tiene nada, excepto su gente y su disciplina nipona. Y eso me lleva a la segunda.

Segunda:

Sobre la pobreza de España. La península ibérica es como Japón, no tenemos nada… somos un solar hipotecado a la Comunidad Europea por acuerdos firmados por todos los gobiernos que hemos tenido desde la dictadura y dinero malgastado, robado y estafado por personajillos amparados por el silencio y por el corporativismo político de partidos políticos, sindicatos y empresas públicas.

Siendo así, cómo puede ser que Japón sea una gran potencia y España sea… lo que hoy es y no la voy a etiquetar? Háganlo ustedes.

Yokoi Kenji tiene razón, las personas marcan la diferencia. Sólo hace falta que la gente se lo crea.

5 comentarios en “Derribando paradigmas bloqueantes

  1. Hay un problema de cultura emprendedora, producto de una educación alienante durante siglos, en Una España que está contenta (siempre lo ha estado) de su ignorancia….es como el cortijo del señorito; no es un ejemplo a seguir , ni los que trabajan en él, ni el propio señorito…………..con esto quiero decir que el problema no es sólo los políticos corruptos (que la gente elige desgraciadamente), los sindicatos subvencionados o las empresas públicas ineficientes (no todas lo son); existe otro tan grave o más que estos: Una clase empresarial (grande, mediana y pequeña….y meto tanto a accionistas, como a gerentes, como a ejecutivos….) «paleta», especulativa, que desprecia el I+D+I, que no confía en la gente, que va a objetivos a corto plazo como bien dice Josep….heredera, en definitiva, de una burguesía rentista que nada tenía que ver con la germánica, la nórdica o la anglosajona………con estos maestros, es normal que los alumnos (estudiantes, trabajadores, sindicatos..), tengan la mentalidad que tienen………….Es más, me atrevería a decir que las únicas innovaciones que se han producido en nuestra historia no han venido precisamente de nuestra clase empresarial y gerencial, «cortijera» y tacaña por definición……………..En España no ha existido una Sociedad del Bienestar (que es sinónimo de sociedad trabajadora, emprendedora, innovadora, culta…..) porque nadie la ha promocionado, ni en el espacio político ni en el económico, ni en la izquierda ni en la derecha ni en el centro……………la solución es, ahora que no hay inversión extranjera y que las grandes fortunas sólo utilizan el dinero para llevárselo a paraisos fiscales, el autoempleo y el asociacionismo, y la fórmula que mejor reune estas condiciones es la que muestran las Cooperativas, aúnque no es la única opción….en resumen, ser mejores, vencer nuestro pasado (que se puede…..no hay nada que esté escrito genéticamente), y sobre todo, llevar a cabo otro tipo de economía de mercado……….

  2. Excelente aporte. Verdades como puños. Los que hemos vivido en América Latina conocemos el enorme potencial que allí existe y el poco conocimiento y desconfianza que hay en Europa. También es cierto que, puestos en el otro lado del mostrador, ese ir y venir político no da la mejor imagen. No hay nada más temeroso que el dinero.

  3. La diferencia está en la cultura. Japón exige la perfección, calidad y sus objetivos son a largo plazo.
    España sólo piensa en sacar el productos lo más barato posible, sin tener demasiado en cuenta la perfección y el cumplimiento en el servicio y sus objetivos son a corto plazo.

    Saludos

    1. El profesional nipon es consciente y consecuente de su protagonismo y de la trascendencia de cuanto hace. En España, la sociedad de bienestar se ha convertido en voy a vivir trabajando lo mínimo posible, enmascarado en un «trabajar para vivir», algo con lo que todos podríamos llegar hasta a estar de acuerdo.

      Pero, claro, como en los países latinos y mediterráneos existe una consciencia muy de trabajador por cuenta ajena, el interés del ojo del amo por engordar el caballo no está arraigado en el personal de las compañías y estos actúan con completa (o por lo menos, bastante) indiferencia limitándose a cumplir un horario laboral, que es una de las escasas exigencias medible con las que cuenta, por otra parte, el Estatuto de los Trabajadores por parte de los propios trabajadores.

      Muchas reformas nos tocan hacer y no necesariamente la de resolver el problema de los despidos que ya ha quedado comprobado que, en tiempos de crisis, eso no resuelve absolutamente nada, lo empeora en todo caso. Aunque nuestro Gobierno no se haya enterado o responda a otra clase de intereses. Hemos de conseguir cambiar las percepciones y relaciones empresarios-trabajadores y que todos rememos en una misma dirección.

      Gracias por tu acertada aportación.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.