El 80% de las empresas no sabe o no puede digitalizarse
A continuación, les presento un extracto obtenido de la Redacción de Economía del diario local y digital iSabadell, transcrito del catalán al castellano, por la importancia que tiene para destacar la problemática que supone, por una parte, el exceso de datos sin clasificar y sin trabajar y, por la otra, la falta de digitalización que afecta al, tejido empresarial hispano en general. Al final del texto (***) lo comentaremos más a fondo:
Quinta sesión del ciclo de jornadas organizado por la Fundación para la Industria, con sede en Sabadell (Catalunya, España), para potenciar la industria 4.0. Ha sido el turno de conocer los modelos del Banc Sabadell y el Grup Bon Preu en cuanto al big data y la inteligencia artificial.
En este caso, Banc Sabadell (BS) ha explicado su modelo tecnológico. Una entidad financiera nacida en Sabadell a finales del siglo XIX (1881) pero que ha crecido y se ha internacionalizado en el Reino Unido o México, de la mano del servicio a la banca personal y la banca de negocios.
«La banca ha sido parte de la solución para frenar el primer impacto de la crisis y puede canalizar los fondos que tienen que llegar», ha destacado el presidente de la Fundación para la Industria, Josep Roca. El director territorial de Cataluña del BS, Enric Rovira, ha recordado que el Gremio de Fabricantes, impulsor de la Fundación para la Industria, fue el motor de la génesis del BS, que tuvo en los bajos del Gremio su primera sede.
«Nos venden 140.000 millones [de la Unión Europea], la mitad a fondo perdido y la mitad a préstamos. Es un reto potente y la banca estaremos para ver cómo podemos complementar los préstamos con avales o lo que sea necesario. Ya hemos creado una web específica sobre los fondos europeos para ayudar a las empresas. Los fondos europeos una tercera parte a transición digital y otra tercera parte a transición ecológica «, destacó Enric Rovira. Por parte del banco, señaló que se han especializado en comercio electrónico (e-commerce) pero también con aplicativos fáciles como Pulso para saber cómo funcionan los sectores económicos.
Es importante que detrás de los datos haya gente que entienda del negocio. Los datos son un tesoro pero debemos tener las herramientas a mano para sacarle el máximo provecho.
El director de Inteligencia de negocio del BS, Pier Paolo Rossi, alerta de que sólo el 10 por ciento de pymes utilizan el big data. Pero en cambio la «tecnología es fácilmente adoptable para todas las empresas para que buena parte del software es libre. No hacen falta grandes inversiones para tener datos, conocer patrones de comportamiento y predecir a futuro para tomar decisiones «.
«Hay que tener los datos, el tesoro que seguro que toda empresa tiene a pesar de que quizás no las tenga ordenadas pero es sencillo hacerlo y tiene un gran valor. A nivel tecnológico no es necesario hacer grandes inversiones, son bajas, existe el cloud, la nube, que permite almacenar fácilmente. Lo más importante es el talento analítico, que es escaso, y hacerse las preguntas correctas: ¿Dónde queremos aplicar la inteligencia artificial? ¿Dónde lo hace mejor el competidor? «.
Hay que tener los datos, el tesoro que seguro que toda empresa tiene a pesar de que quizás no las tenga ordenadas pero es sencillo hacerlo y tiene un gran valor
Por su parte, el director financiero del Grup Bon Preu, Pere Anglada, ha explicado la transformación digital de esta empresa catalana de la alimentación fundada en 1974 y que tiene las marcas Bonpreu, Esclat y las gasolinas EsclatOil, el servicio BonpreuEsclat online y la comercializadora de energía BonpreuEsclat energía.
«Empezamos de cero en los años 70 pero mantenemos el empuje. El empuje hoy en día es tan necesaria como siempre pero el empuje sin datos hoy en día ya es insuficiente. Datos importantes pero empuje también importante «, señaló.
Hay que tener los datos, el tesoro que seguro que toda empresa tiene a pesar de que quizás no las tenga ordenadas pero es sencillo hacerlo y tiene un gran valor
Tienen 200 tiendas y 8.500 trabajadores o 80.000 facturas mensuales. «Los datos nos permiten no derrochar en promociones y saber qué quiere el cliente en cada momento. Esto es fantástico «, dice Anglada. ***
Lo que realmente nos preocupa a los que deseamos fervientemente la equiparación de nuestros países con las grandes potencias, que son las que adoptan decisiones que nos van a repercutir a los ciudadanos de a pie, y a cuantos integramos la zona iberoparlante, es la baja adoptación de estrategias, tácticas y técnicas digitales por parte de nuestras industrias y negocios.
«Ya sea por desconocimiento o por factores económicos, los datos indican que casi el 80% de los negocios españoles no está preparado para seguir operando ante una nueva oleada de la COVID-19 en el caso de que haya que cerrar nuevamente los negocios.
Estos datos se respaldan en un estudio elaborado por la consultora tecnológica Vanadis, del que también se concluye que antes de la pandemia el porcentaje de pymes españolas con previsión de digitalizar su negocio apenas era del 13%.»
Esto lo publicaba el Diario CincoDías el 4 de Septiembre del 2020, apenas cinco meses atrás y eso sólo en España, no quiero imaginar otros países del área latinoamericana. Añadía el artículo que «En las grandes empresas, este porcentaje era bastante superior, del 45%«. Según parece, y casi acabaremos dando gracias a la Pandemia, que «todo ha cambiado en los últimos meses, tanto es así que desde mayo hasta la fecha se han digitalizado más negocios que en los últimos cinco años»
El 68% de las pymes que no han dado el paso alegan desconocimiento
Pero nos alertaban de los posibles enemigos de esa necesaria, casi imprescindible, digitalización para la supervivencia de nuestras empresas, de nuestros pequeños negocios, de nuestros talleres…
El 68% de las pymes que no han dado el paso alegan desconocimiento. Esto se da, especialmente, en negocios tradicionales y gestionados por personas con más de 55 años. Yo añadiría, pequeños y medianos negocios para aclarar bien el término ‘tradicionales’.
También añadía que «los colchones económicos de las empresas, había dejado un margen de maniobra para invertir muy pequeño. A pesar de esto, la mayoría de los empresarios admiten que de la digitalización depende la supervivencia de sus negocios.» ¿Cómo va a poder hacerlo sino hay recursos económicos? El endeudamiento no es una respuesta efectiva, les corresponde a los gobiernos armar una sistemática que les permita convertirse en competitivos porque lo contrario sería como tener las mejores tierras de cultivo y no disponer de fondos para acceder a las semillas.
Finalmente, citaban la desconfianza en los proveedores. No les faltaba razón, cualquier proceso de digitalización empresarial pasa por la selección de buenos profesionales, como cualquier otro apartado que haya de confluir en los cambios necesarios empresariales. El problema radica en que las propias compañías, empresas, que se han acostumbrado a considerar a los ‘informáticos’ como un mal necesario y no un aliado imprescindible. El abanico de precios que están dispuestos a pagar por los buenos profesionales, esos aliados imprescindibles, en ocasiones clama la desvergüenza. Cierto es que no cobrará igual una hora quien se dedica a las reparaciones mecánicas que a los que elaboran proyectos de seguridad y planifican la digitalización de sistemas, hasta ahí de acuerdo, pero que hoy en día, en España, se considere que ya están bien pagados subcontratas de a 45€ la hora, ralla lo insultante.
El problema radica en que las propias compañías, empresas, que se han acostumbrado a considerar a los ‘informáticos’ como un mal necesario y no un aliado imprescindible.
La industria informática está muy mal pagada, en general, y peor valorada. Nadie piensa en la dificultad, a la responsabilidad que se asume y a los riesgos jurídicos implícitos, a la que se enfrentan estos profesionales a los que casi todos los clientes que conozco, desprecian como el mal necesario. Y créanme que sé sobre lo que escribo, ya que participo muy directamente en este negocio a través de la compañía
(www.avertec.es) y sobre la mesa, de manera cotidiana, las exigencias, las faltas de respeto, las confrontaciones casi insultantes, que sufren nuestros profesionales que sólo tratan de dar el mejor soporte a los clientes, en horarios nocturnos, fines de semana y bajo cualquier circunstancia (sin precios especiales, vale la pena comentarlo) porque sabemos muy bien la importancia de que a las 8:00 am de cada día, funcione el correo electrónico, la web esté subida en la red, que los ERP puedan ser utilizados y que los CRM nos faciliten información verdaderamente útil. Y todo esto no se resuelve solamente con dinero, sino también con educación de los empresarios, de los directivos y de todos los profesionales que habitan en el mundo empresarial.
Culpar a los proveedores, es fácil y recurrente. Cuando eso sucede, es bueno recordar que, en sanidad sin ir más lejos, los profesionales se enfrentan continuamente a situaciones muy similares a las que afrontan los ‘informáticos’. La realidad es que un ser humano está compuesto de tantas variables como un ordenador o un sistema y no siempre es fácil dar con la pieza que falla en el sistema. El ahorro de costos en la compra de elementos que conforman el sistema, es lo mismo que ahorrar en una alimentación sana; no recurrir a tiempo a la sanidad es lo mismo que no firmar un contrato de mantenimiento que cada vez que se regatea su precio, se rebajan las posibilidades de dedicarle el tiempo y los recursos adecuados; que no disponer de un seguro médico competente, cuando la sanidad pública no cubre las expectativas, es lo mismo que no disponer de una digitalización adecuada en tu empresa; y que no invertir en confianza en la sanidad es lo mismo que no invertir en anti virus.
Si España y Latinoamérica no dispone en estos momentos de un 75% de sus empresas con este apartado bien cubierto es culpa, exclusivamente, de los gobiernos miserables y mezquinos que no han sabido, o no han querido invertir en educación digital de todo su tejido empresarial. Han vivido de espaldas a una realidad que les podría haber convertido en líderes industriales de la mano de las nuevas tecnologías. Cuando al empresario se le habla de que tiene que invertir (para él, sinónimo de gasto) en nuevas tecnologías y su negocio es de fresador y matricero, es como si le estuvieran interpretando una cumbia. No existe y no ha existido ningún programa real que llevara a nuestras compañías, sobre todo a las Pymes, a esa vía de despegue, ni económica ni conceptualmente. Y mientras eso no se dé, seguiremos dependiendo -la economía de todos los ciudadanos de cada país- de la intuición, de la buena fe, de la capacidad de innovar, de la voluntad de hacer las cosas de otra manera, de un puñado de empresarios atrevidos y sujetos, en demasiadas ocasiones, a los avatares de un universo que no acaban de entender.
Pero eso, no sólo les afecta a los empresarios. Si se fijan en los informes de la ONU, uno de los frentes que más les preocupan y afectan para alcanzar los retos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es la toma de datos, la información. La importancia de la Información es básica y así lo dejan bien a las claras cuando citan textualmente: «las soluciones políticas, tecnológicas y financieras están a nuestro alcance. Sin embargo, se necesitan cambios rápidos y sin precedentes, así como un mayor liderazgo, para adaptar estos mecanismos de cambio a los Objetivos de Desarrollo Sostenible» Hablan de soluciones tecnológicas, además de políticas y financieras. Elevan a los altares a la tecnología pero no de boquilla, son plenamente conscientes de que cualquier emprendimiento y/o proyecto social o empresarial pasa, indefectiblemente por una revolución (no ya evolución, porque si no llegaremos tarde) tecnológica.
¿Lo han entendido? porque se puede decir más fuerte pero no más claro.